PEREGRINOS

garuaba mansamente en la playa
pinceladas de rosáceos celajes
surcaban el carmesí naciente
la brisa agitaba tu cabello
tu piel sabía a miel y almendras
tu boca, a champagne y fruta fresca
estabas tan linda que daba miedo
yo volaba psicodélico!

sumido en tu alma ardiente
miré tus azules inmensos
para susurrarte “te quiero”
y adivinando mi sentimiento
tapaste mi boca con tu manito
una ráfaga de viento fuerte
nos hizo volver al abrigo
me dijiste: “-vamos!”
y nos vestimos. . .

al día siguiente partiste

pasaron más de veinte años!
y en un país distinto
ayer te vi de nuevo
aún lucías hermosa
al lado de tu marido
paseando nietos

saltó mi corazón en el pecho!

nos observamos callados
como personajes atónitos
en escenas trabucadas
de un drama de comedia!