Solo hasta el hueso, te invoco esta nocheen que admiré la luna por mucho tiempo.
De la espuma de mar nacida,
sublime Afrodita de mis delirios,
te espero!
adorando:
tu aroma, tus colores,
las rosas de tus cabellos,
los arreboles de tu rostro,
qué misterio!
tus palabras:
campanitas que alertan mis sentimientos,
los besos deliciosos de tu boca que nunca pruebo,
tus manos de seda, albas palomas que venero,
qué caricias me pierdo!
tus lágrimas:
brillantes que tu corazón regala a tu mirada de cielo
y alumbran cada rincón de mi alma en pena.
¡Apareces, ya te siento,
tus brazos amantes cual sierpes de luz
encienden mis fantasías!
¡Qué crestas de ardor asaltan mi pecho para agasajarte
garza nívea y etérea!
¡Me usurpas, me enciendes, me matas y resucitas,
te pertenezco!
Anudados en incontenible torbellino, me sumerjo en el manantial de tus deseos...
Oigo tu canto y me estremezco!
¡Cuán ardiente es tu hoguera, me consumo y me muero!
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