sábado, 14 de marzo de 2009

DE VUELTA A LA CIUDAD.

Haibun por Carlos R. Curiel

Volvimos a la ciudad, después de varios meses en el campo. Sentíamos claustrofobia.

Otra vez el trabajo, los ruidos fuertes, el estrés del tránsito vehicular, el peso de las responsabilidades nos abatían más que antes de las vacaciones.

264
Acá y allá
bocinas, timbres y sirenas.
No hay luz de sol.

El verano divertido de los días de playa y distensión se volvió fastidioso y detestable.

253
El cielo lanza
Truenos y relámpagos.
El gato huye.

Por fin llegó el domingo, lluvioso y quieto, un bálsamo para el espíritu.

267
Ciudad callada
bañada por la lluvia.
Domingo quieto.

266
Vocea canilla
Llueve en el asfalto
Pasa un camión.

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