Recuerdos de mi niñez
de balnearios y playas cálidas,
de las costas uruguayas:
Pocitos, Malvín,
Playa Verde y Carrasco,
Atlántida, Marindia, Piriápolis,
Punta del Este, La Paloma
y otras tantas!
¡Cuántos recuerdos de antaño:
días largos
de finas arenas blancas...
olas bravas o mansas
color de león al oeste,
hacia el Río de la Plata
y verdes transparentes,
acercándose al Atlántico,
soles ardientes e inmensos
que al ponerse reciben aplausos,
gaviotas y delfines,
pejerreyes, lisas,
medusas, merluzas y corvinas,
rocas plagadas de mejillones,
caracoles y otras valvas.
Lejos de esas maravillas,
vengo a poblar la Patagonia
con sus otros milagros:
paisajes de montañas y lagos
fríos, vientos y lluvias
nieves finas y tan blancas.
¡Qué gran cambio:
de chico de playa
a veterano de montaña...!
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