Camino al sol siesteño,
disfrutando mi albedrío
siento gusto de andar
sobre el tapiz otoñal,
una hoja de lanza ocre y oro
se posa sobre mi hombro,
me detengo y la miro
hace un momento
estaba débilmente asida
a ese umbroso castaño,
y en su instante final
vino a morir a mí.
En mi último suspiro,
quién estará conmigo?
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