El Halo (Poesía)

Sobre la falda de una montaña,
en comarca de grandes lagos,
existe un bosque encantado
y en él una casita bella.

Pues en ella,
vive una princesa
indescriptiblemente hermosa,
envuelta en una aureola
de tristeza y soledad.

Yo quise deshacer el halo,
para lograr su cariño
–su sutileza es tan tenue
que creí haberlo logrado–
sin embargo permanece,
enclaustrando su beldad.

¿Será el raro fulgor
que la encarcela o es ella...?

El embrujo arcano
sedujo
mi alma sencilla
y por más que lo resisto,
no lo puedo franquear.

Ignoro si tendré paz
un día,
en este lapso terrenal,
sólo la felicidad de la princesa

puede mi corazón sanar.